He reflexionado un poco más sobre la Gran Carta de Un Extremeño escrita por Pedro Asenjo y tengo que añadir un par (o tres) comentarios más a dicha carta.
Empecemos por la "humillación" que dice sentir el autor en Extremadura. Parece, por lo que puedo leer en la carta, que la humillación proviene del esclavismo al que estaban sometidos los extremeños por parte de los "señoritos". Como ya comenté en la anterior entrada de este blog, toda la familia de mi padre proviene de un pueblo de Extremadura, más concretamente de Herrera del Duque, situado en lo que llaman la Siberia Extremeña. Estos terrenos, como bien indica el nombre del pueblo, pertenecen a los Duques de Alba (y no estoy del todo seguro si todavía pertenece), no obstante ni mis abuelos ni mi padre ha tenido nunca que trabajar para el duque o sufrir la "humillación" de ir a por agua para el duque a la fuente con el cántaro. Nunca me han contado nada de la esclavitud a la que hace referencia la carta.
Continuemos por la posesión de la tierra y lo precario que es vivir de la misma. La familia de mi padre, tal vez eran unos privilegiados, poseían algunos olivares en los alrededores del pueblo y también tenían algo de ganado. De hecho, hasta que mis abuelos dejaron el pueblo podían vivir dignamente, e incluso han sobrevivido hasta nuestros días con sus ochenta y tantos años.
En cuanto a la historia tengo un par de noticias para el autor. La primera concesión para la construcción de líneas férreas que se realizó en toda España, el 23 de Septiembre de 1829, fue en Andalucía, un proyecto promovido por el gaditano José Manuel Díez Imbrechts, y se trataba de una línea desde Jerez de la Frontera a un muelle en el Río Guadalete (5,8 km) para transportar vinos de Jerez, sin embargo el proyecto fracasó por falta de inversores. La segunda concesión fue también en Andalucía, esta vez promovida por un pacense (de Zafra (Badajoz)), Luis Marcelino Calero y Portocarrero, que promovía una línea desde Jerez de la Frontera hasta Sanlúcar de Barrameda pasando por el Puerto de Santa María y Rota (62,7 km). Esta concesión fue aprobada por Real Orden el 28 de Marzo de 1830. No obstante esta concesión tampoco se llegó a ejecutar.
Sin embargo, si nos ponemos estrictos, la primera línea férrea de España que efectivamente llegó a realizarse fue en Cuba (que todavía era española), que unía La Habana con Güines (52,9 km) y cuyo primer tramo se inauguró el 19 de Noviembre de 1837. En esta inauguración estuvo el empresario catalán nacido en Mataró, Miguel Biada el promotor de la línea entre Barcelona y Mataró. Mientras el ferrocarril de La Habana a Güines se realizó con capital público, la línea entre Barcelona y Mataró se realizó íntegramente con capital privado.
Por último, 10 años después de la inauguración del primer ferrocarril en la España de aquel entonces que incluía a Cuba, se inaugura el ferrocarril Barcelona-Mataró (31,8 km) por lo que parece un capricho de un empresario de Mataró, ya que en la inauguración del ferrocarril entre Cuba y Güines le dijo al gobernador de la isla :"Cuando vuelva a mi país, antes de un año habré unido Barcelona con mi pueblo".
En lo que se refiere al ferrocarril entre Madrid y Aranjuez, que el autor de la carta indica que fue realizado para que la reina fuera a refrescarse a sus jardines junto al Tajo tengo que decirle al autor, que el proyecto de este ferrocarril es anterior al de Barcelona-Mataró (tiene su origen en el año 1830), que fue promovido por un malagueño, José Salamanca y Mayol y que la idea original del proyecto era para "dar una fácil y económica salida a todas las producciones de Aranjuez y pueblos adyacentes, que se aumentarán sin duda con la seguridad y rapidez de consumos tan inmediatos, puesto que en dos horas se hará el transporte hasta Madrid". En el proyecto también estaba el granadino Francisco Javier de Burgos y el gallego Joaquín Vizcaíno.
Bien, después de todo esto también debo indicar que toda esta información la he obtenido en un rato de búsqueda por internet, no se encuentra clasificada ni nada por el estilo. También debo decir que esto son sólo pinceladas, me ha parecido leer en algún lado que antes de la concesión de la línea férrea entre Barcelona y Mataró hubo 10 concesiones más que tampoco llegaron a buen término, pero que quede constancia que Cataluña no fue la pionera de las líneas férreas en España. Antes hubo muchas otras, que no obtuvieran inversión suficiente es otro tema, pero la revolución industrial se produjo por toda España.
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