lunes, 4 de julio de 2011

Despertar

Primera hora de la mañana. Esa hora en la que todavía no han reconstruido el mundo para que pueda ser pisado de nuevo... Estás tranquilamente dormitando, sabiendo que o bien el despertador o ese ser de cuatro patas que deambula por la casa en cualquier momento se van a dar cuenta de que existes y es entonces cuando rezas para que kronos (el señor del tiempo) decida darte dos segundos más de calma.

Pero el ser de cuatro patas tiene los oídos muy finos, cualquier movimiento o cambio de respiración delata tu posición. Oyes sus pasos, oyes su respiración, cada vez más cerca. Te quedas muy quieto a la espera de que pierda tu rastro, pero ya es tarde. De pronto notas sus bigotes rozándote la cara y ya sabes que estás perdido...

Intentas razonar con el ser de cuatro patas para que comprenda que si el despertador no ha sonado significa que no existe nada más allá de la puerta de la casa. Que vuelva a su colchón y espere pacientemente, pero sabes que no va a comprenderlo. Su mundo no va más allá del aquí y ahora. Así que resoplas con la esperanza de que la mujer más bella del mundo que duerme a tu lado (y de la que te acabas de percatar) no se despierte. No se ha despertado, sigue siendo una parte integrante de la cama todavía sin entidad propia, pero la mejor parte de la cama.

Te vistes con lo primero que ves encima de la cómoda. Vas al baño para vaciar la vejiga y luego a la cocina para volverla a llenar, mientras el ser de cuatro patas te sigue intentando hacerse notar y hacer notar su necesidad. Le vistes con su ropa sacada de la más cutre de las películas sado-masoquistas (un arnés de nylon) y te diriges hacia la puerta de casa con la esperanza de que por lo menos hayan reconstruido las escaleras y el tramo de calle que utiliza el ser de cuatro patas como campo de juegos, cuarto de baño y periódico diario.

Ya en la calle oyes que suena el despertador del móvil. Miras al perro y le dices mentalmente gracias. Es de agradecer que te despierten cada mañana con el suave roce de unos bigotes y a veces con un lengüetazo en plena cara. Mucho mejor a despertarte con el estridente sonido que sale de ese aparato infernal. Es de agradecer que ese despertador de cuatro patas no despierte a la mejor parte de la cama para poder disfrutar de la visión durante algunos segundos...

De todas formas, mañana, volveré a maldecir mentalmente al can por no aguantar hasta que el despertador suene, pero en este momento me siento enormemente agradecido.

domingo, 3 de julio de 2011

El Origen

Como apunta muy bien Barri en su comentario a la anterior entrada del blog, en los cálculos hace falta incluir el pequeño porcentaje de la especulación... Veamos como casa todo esto...

En primer lugar debemos buscar el origen de la especulación. Si el sistema funcionara como he explicado en la entrada anterior, las empresas ganarían todos los años la misma cantidad de dinero para comprar siempre los mismos productos y venderlos al mismo precio. Pero desgraciadamente no es así, toda empresa que se precie quiere duplicar sus beneficios año a año y expandirse comercialmente, para conseguirlo existen dos vías clásicas: subir los precios de los productos vendidos y reducir los gastos (generalmente reduciendo los salarios en primer lugar)... Creo que tengo un par de ejemplos para ilustrarlo:

Mi padre ha trabajado toda su vida como empleado de banca. Cuando él entró a trabajar no hacía falta tener 5 máster y 2 licenciaturas, ni siquiera te exigían saber 50 idiomas. Cuando él entró a trabajar lo único que te exigían era saber trabajar. En aquella época los salarios eran altos en comparación con los precios y un sólo sueldo podía mantener a una familia entera...
Cuando mi padre se jubiló, fue sustituido por un joven (aunque tenía más años que los que tenía mi padre cuando entró a trabajar) que tenía 10 máster, 6 licenciaturas y sabía hablar 250 idiomas, a parte de eso tuvo que pasar una dura prueba muy similar a las oposiciones. A este sustituto le contrataron como BECARIO, de forma que no tenía contrato y no le pagaban un sueldo digno... Al menos no el suficiente como para poder mantenerse independiente dados los precios actuales...
Por otro lado, mi padre fue de los que tuvieron suerte, le sustituyeron, a la mayor parte de sus compañeros que se jubilaron por la misma época no los sustituyó nadie. De forma que, poniendo por ejemplo la oficina en la que trabajaba mi padre, cuando él entró a trabajar eran algo así como 30 empleados en la oficina, cuando salió eran apenas 3 empleados para repartirse todo el volumen de trabajo.
Durante todo este tiempo no es que el Banco haya pasado dificultades precisamente, el número de oficinas se ha multiplicado por varios miles (antes había una sola oficina por provincia) y los Directores Generales se han embolsado cada año el doble, triple o cuádruple de lo que ganaban el año anterior.


Así que en los aproximadamente 30 años que ha estado mi padre trabajando en el Banco, éste se ha expandido, ha multiplicado beneficios y ha disminuido sueldos y empleados... Objetivo conseguido... Pero cuidado, nos olvidamos de una cosa. Si disminuyes sueldos y empleados, éstos tienen menos dinero para gastar, por tanto gastan menos y hay menos dinero en circulación. Al haber menos dinero en circulación, entra menos dinero en los Bancos, entonces ¿de dónde han salido los beneficios millonarios de los Bancos? De un dinero que ellos mismos han prestado a unos intereses cada vez más desorbitados...


Veamos el ejemplo de una empresa pública que también conozco de cerca, La Universidad:


Mi director de tesis, entró a trabajar como profesor adjunto en la Universidad al año siguiente de haber terminado la carrera. No sé muy bien cuánto ganaría, pero seguramente le daba para poder vivir medianamente bien. Mientras trabajaba de profesor adjunto pudo terminar tranquilamente su tesis, sin el estrés de tener que pedir becas ni ayudas. Por otro lado, en aquella época el número de alumnos de la Universidad era bastante más bajo que el que hay ahora y por tanto los ingresos de la misma por alumnos era más reducido.
Han pasado cerca de 30 años. Cuando yo terminé la carrera me encontré con que tuve que pedir una beca para poder realizar mi tesis. Así que no tenía ninguna seguridad de mi futuro laboral ni tampoco tenía lo que se entiende por un sueldo digno, al menos no el suficiente como para poder conseguir una independencia. Durante estos años el número de alumnos de la Universidad se ha multiplicado por algo así como 100, y además las tasas de matriculación también se han multiplicado, pero no se ha aumentado, al menos en la misma proporción, el número de profesores. Así que tenemos una Universidad que se embolsa un buen montante cada año con las matriculaciones de los alumnos, pero que paga los sueldos de los mismos profesores ¿a dónde va el dinero de las matriculaciones de los alumnos? ¿Cuántos nuevos profesores entran a trabajar en la universidad cada año? ¿Cuántos nuevos laboratorios para alumnos se abren?

Sinceramente creo que esto es muy grave. Por un lado los Bancos, y por extensión las empresas privadas, no paran de reducir personal y sueldos, mientras que en el sector público, concretamente en la Universidad, suben las tasas de matriculación y mantienen al mismo personal y material.

Además en la Universidad me parece la situación más grave todavía si cabe, pues al no haber renovación de personal, no hay renovación de ideas y conceptos. Afortunadamente no es así, pero imaginemos que un profesor de universidad, durante sus años de estudiante, le enseñaron cierta teoría que más tarde, cuando él ya estaba impartiendo clases, se demostró que no era válida, sin embargo a él no le convenció la demostración de su invalidez. Al ser este profesor director de tesis, irá inculcando y dirigiendo las tesis que salgan de su departamento hacia la teoría que estudió cuando era alumno (no es una crítica, simplemente es algo natural en el ser humano, si algo no te convence lo rechazas), y a partir de ahí comienza el estancamiento de las ideas y conceptos en la Universidad. ¿Cuántos profesores de universidad no hemos visto dar clases con apuntes que ya estaban amarilleados? (Abordaré el tema de la Universidad en futuras entradas porque me parece un tema muy importante).


Así que tenemos unos empresarios de Banca que se están embolsando cada año cantidades de dinero abusivas a costa de bajar sueldos y número de empleados y subir los intereses a niveles desquiciantes. Y por otro lado una Universidad que sube las tasas de matriculación y no avanza intelectualmente.


¿Qué hace ante esto el ciudadano de a pié? ¿Qué hace Juan? Sólo le quedan dos salidas, gastar menos o pedir préstamos al Banco para casi todo. Si gasta menos el empresario se ve obligado a subir los precios para compensar la disminución del consumo, lo que obliga a los consumidores a gastar más y pedir más dinero prestado. Si pide préstamos al Banco, éste en lugar de bajar los intereses de los mismos, los sube para ver si consigue más beneficios por el mismo dinero. En cualquier caso el que termina ganando la partida es el Banco que se ingresa cada vez más y más dinero. ¿Hacia dónde va el dinero que se embolsa el banco? Como ya hemos visto en la entrada anterior de este blog, ese dinero en un principio iba a pagar sueldos, deudas, impuestos y al bolsillo del empresario. Como el porcentaje que se destina a los sueldos es cada vez menor, aumentan los porcentajes de los otros tres:
  1. El dinero que prestan los Bancos no sale de la nada, se pide prestado a otros Bancos. Por tanto aumenta el nivel de deudas de los Bancos.
  2. Al haber menos consumo, el Estado se ingresa menos, por lo que tiene que subir los impuestos para poder embolsarse un dinero que necesita para pagar las deudas contraídas con los Bancos que también han aumentado.
  3. Como ya se ha visto en esta entrada del blog, el empresario de la banca cada año gana al menos el doble de lo que ganó el año pasado.

De esta forma podemos ver que el gran agujero negro de toda la economía parece estar en los Bancos.

Cuando comencé a escribir la entrada anterior no pretendía ni mucho menos demostrar que los Bancos son los que se están llevando el dinero (me ha sorprendido llegar a esta conclusión), pero a los hechos me remito. Parece que por muchas vueltas que se le dé a un billete de 100 €, siempre termina en el Banco...
 

sábado, 2 de julio de 2011

Comprensión

Llevo ya varios meses empapándome de todo tipo de documentales y artículos que me ayuden a entender un poco más toda esta crisis que nos está afectando a todos. Documentales como "Debtocracy" y artículos como "Historiador llama a Alemania a no olvidar su deuda con Grecia" me han hecho pensar que hay algo que no nos cuentan de todo esto...

Por esto me he propuesto averiguar hacia dónde va el dinero que nos gastamos diariamente, cuál es el agujero negro que está absorbiendo todo el dinero. Para ello he ideado un ejemplo que posiblemente no responda del todo a la realidad, pero creo que más o menos da una pincelada de la misma.

"Pongamos que Juan (nombre ficticio donde los haya) compra un electrodoméstico por 100 € (he tomado el valor de 100 para simplificar cálculos). De estos 100 €, 18 € son de IVA que van directamente a las arcas del Estado. Suponiendo un margen de beneficio para el vendedor del 50%, 50 € van a parar al vendedor, mientras que los 32 € restantes van para el suministrador del producto.

JuanIVABeneficiosSuministrador
100 €18 €50 €32 €


De los 50 € de beneficio del vendedor, supongamos que aproximadamente el 20% está destinado a pagar los sueldos de los trabajadores, es decir 10 €. El  10%, es decir 5 € van a pagar los impuestos varios que un empresario debe pagar. El 30% (15 €) son utilizados para pagar la hipoteca que tiene con el banco por el local, el negocio... Lo que le deja al empresario/vendedor un total de 20 € para consumo propio.

BeneficiosSueldosHipotecaImpuestosResto
50 €10 €15 €5 €20 €



De los 10 € destinados para el sueldo de los trabajadores, suponiendo que se les haga una retención del 10%, 1 € va a parar al Estado y el 30% (3 €) lo utiliza el trabajador para pagar la hipoteca de su casa o coche. De forma que al trabajador le quedan 6 € para sus propios gastos.

SueldoRetenciónHipotecaResto
10 €1 €3 €6 €



Al final de la cadena, de los 100 € que pagó Juan por el electrodoméstico, 24 € han ido a parar a las arcas del Estado y 18 € han ido a parar a los Bancos. Suponiendo que tanto el Estado como los Bancos sean compartimentos estanco de los cuales no sale el dinero, deja un total de 58 € en circulación de los 100 € iniciales."

JuanEstadoBancosResto
100 €24 €18 €58 €




Esto podría indicar que los Bancos y el Estado se están quedando con 42 € de cada 100 € que circulan por ahí. Sin embargo, los Bancos y el Estado no son compartimentos estanco, los Bancos y el Estado tienen que pagar sueldos, suministradores... Suponiendo que ambas entidades tienen el mismo margen de beneficios que antes hemos mencionado (50%) y que el porcentaje destinado a los sueldos es el mismo (20%), permite que vuelvan a salir al mercado un total de 21 € que se pagan a suministradores y 4,2 € que salen en forma de sueldos para los empleados públicos y de la banca.

EntradaSuministradoresBeneficiosSueldosResto
Estado24 €12 €12 €2,4 €9,6 €
Bancos18 €9 €9 €1,8 €7,2 €
Total42 €21 €21 €4,2 €16,8 €




Todavía nos falta por explicar a dónde van los 16,8 € restantes. No debemos olvidar que el Estado tiene deudas con los Bancos que, según el modelo que estamos explicando, ascienden a 3,6 € (el 30% de los ingresos). Esta cantidad debemos sumarla a lo que entra en los Bancos, por tanto todavía no ha salido de nuevo al mercado. Por otro lado los Bancos deben pagar una serie de impuestos, que según el sistema que hemos ideado asciende a 0,9 €. Pero, igual que nos pasaba con los 3,6 € que el Estado debe a los Bancos, tampoco sale al mercado. Además, los Bancos también tienen que pagar una serie de deudas a otros Bancos, que ascienden a 2,7 € y que, igual que los 3,6 € de deudas del Estado, tampoco salen al mercado de nuevo.

EntradaDeudasImpuestosBeneficios
Estado9,6 €3,6 €-6 €
Bancos7,2 €2,7 €0,9 €3,6 €
Total16,8 €6,3 €0,9 €9,6 €




Por último, quedan los beneficios tanto del Estado como de los Bancos, son un total de 9,6 €. Que serán gastados por Bancos y Estado en comprar nuevas oficinas, construir carreteras... Por lo que estos 9,6 € sí que vuelven a salir al mercado.


Al final lo único que queda inexplicado son 7,2 €, 6,3 € de deudas entre Bancos y Estado y 0,9 € de impuestos a los Bancos. Esta cantidad va circulando entre Bancos y Estado y en cada ciclo sale un porcentaje aproximado del 70%, mientras que el 30% restante se vuelve a invertir en la deuda.


A la vista del ejemplo presentado, que por supuesto no es ni exhaustivo ni siquiera medianamente real, aunque sirva para explicar hacia dónde va el dinero, mi pregunta es la siguiente, si de cada 100 € que gastamos, tan sólo 6,3 € se quedan en una especie de limbo (que como hemos visto no es tal, si no que sigue circulando y saliendo poco a poco), ¿por qué resulta que cada vez tenemos menos dinero? ¿Dónde está el fallo del sistema?


Bueno, como ya se me ha quedado un poco larga esta entrada del blog, prometo intentar responderla, a mi manera en la siguiente entrada.