domingo, 3 de julio de 2011

El Origen

Como apunta muy bien Barri en su comentario a la anterior entrada del blog, en los cálculos hace falta incluir el pequeño porcentaje de la especulación... Veamos como casa todo esto...

En primer lugar debemos buscar el origen de la especulación. Si el sistema funcionara como he explicado en la entrada anterior, las empresas ganarían todos los años la misma cantidad de dinero para comprar siempre los mismos productos y venderlos al mismo precio. Pero desgraciadamente no es así, toda empresa que se precie quiere duplicar sus beneficios año a año y expandirse comercialmente, para conseguirlo existen dos vías clásicas: subir los precios de los productos vendidos y reducir los gastos (generalmente reduciendo los salarios en primer lugar)... Creo que tengo un par de ejemplos para ilustrarlo:

Mi padre ha trabajado toda su vida como empleado de banca. Cuando él entró a trabajar no hacía falta tener 5 máster y 2 licenciaturas, ni siquiera te exigían saber 50 idiomas. Cuando él entró a trabajar lo único que te exigían era saber trabajar. En aquella época los salarios eran altos en comparación con los precios y un sólo sueldo podía mantener a una familia entera...
Cuando mi padre se jubiló, fue sustituido por un joven (aunque tenía más años que los que tenía mi padre cuando entró a trabajar) que tenía 10 máster, 6 licenciaturas y sabía hablar 250 idiomas, a parte de eso tuvo que pasar una dura prueba muy similar a las oposiciones. A este sustituto le contrataron como BECARIO, de forma que no tenía contrato y no le pagaban un sueldo digno... Al menos no el suficiente como para poder mantenerse independiente dados los precios actuales...
Por otro lado, mi padre fue de los que tuvieron suerte, le sustituyeron, a la mayor parte de sus compañeros que se jubilaron por la misma época no los sustituyó nadie. De forma que, poniendo por ejemplo la oficina en la que trabajaba mi padre, cuando él entró a trabajar eran algo así como 30 empleados en la oficina, cuando salió eran apenas 3 empleados para repartirse todo el volumen de trabajo.
Durante todo este tiempo no es que el Banco haya pasado dificultades precisamente, el número de oficinas se ha multiplicado por varios miles (antes había una sola oficina por provincia) y los Directores Generales se han embolsado cada año el doble, triple o cuádruple de lo que ganaban el año anterior.


Así que en los aproximadamente 30 años que ha estado mi padre trabajando en el Banco, éste se ha expandido, ha multiplicado beneficios y ha disminuido sueldos y empleados... Objetivo conseguido... Pero cuidado, nos olvidamos de una cosa. Si disminuyes sueldos y empleados, éstos tienen menos dinero para gastar, por tanto gastan menos y hay menos dinero en circulación. Al haber menos dinero en circulación, entra menos dinero en los Bancos, entonces ¿de dónde han salido los beneficios millonarios de los Bancos? De un dinero que ellos mismos han prestado a unos intereses cada vez más desorbitados...


Veamos el ejemplo de una empresa pública que también conozco de cerca, La Universidad:


Mi director de tesis, entró a trabajar como profesor adjunto en la Universidad al año siguiente de haber terminado la carrera. No sé muy bien cuánto ganaría, pero seguramente le daba para poder vivir medianamente bien. Mientras trabajaba de profesor adjunto pudo terminar tranquilamente su tesis, sin el estrés de tener que pedir becas ni ayudas. Por otro lado, en aquella época el número de alumnos de la Universidad era bastante más bajo que el que hay ahora y por tanto los ingresos de la misma por alumnos era más reducido.
Han pasado cerca de 30 años. Cuando yo terminé la carrera me encontré con que tuve que pedir una beca para poder realizar mi tesis. Así que no tenía ninguna seguridad de mi futuro laboral ni tampoco tenía lo que se entiende por un sueldo digno, al menos no el suficiente como para poder conseguir una independencia. Durante estos años el número de alumnos de la Universidad se ha multiplicado por algo así como 100, y además las tasas de matriculación también se han multiplicado, pero no se ha aumentado, al menos en la misma proporción, el número de profesores. Así que tenemos una Universidad que se embolsa un buen montante cada año con las matriculaciones de los alumnos, pero que paga los sueldos de los mismos profesores ¿a dónde va el dinero de las matriculaciones de los alumnos? ¿Cuántos nuevos profesores entran a trabajar en la universidad cada año? ¿Cuántos nuevos laboratorios para alumnos se abren?

Sinceramente creo que esto es muy grave. Por un lado los Bancos, y por extensión las empresas privadas, no paran de reducir personal y sueldos, mientras que en el sector público, concretamente en la Universidad, suben las tasas de matriculación y mantienen al mismo personal y material.

Además en la Universidad me parece la situación más grave todavía si cabe, pues al no haber renovación de personal, no hay renovación de ideas y conceptos. Afortunadamente no es así, pero imaginemos que un profesor de universidad, durante sus años de estudiante, le enseñaron cierta teoría que más tarde, cuando él ya estaba impartiendo clases, se demostró que no era válida, sin embargo a él no le convenció la demostración de su invalidez. Al ser este profesor director de tesis, irá inculcando y dirigiendo las tesis que salgan de su departamento hacia la teoría que estudió cuando era alumno (no es una crítica, simplemente es algo natural en el ser humano, si algo no te convence lo rechazas), y a partir de ahí comienza el estancamiento de las ideas y conceptos en la Universidad. ¿Cuántos profesores de universidad no hemos visto dar clases con apuntes que ya estaban amarilleados? (Abordaré el tema de la Universidad en futuras entradas porque me parece un tema muy importante).


Así que tenemos unos empresarios de Banca que se están embolsando cada año cantidades de dinero abusivas a costa de bajar sueldos y número de empleados y subir los intereses a niveles desquiciantes. Y por otro lado una Universidad que sube las tasas de matriculación y no avanza intelectualmente.


¿Qué hace ante esto el ciudadano de a pié? ¿Qué hace Juan? Sólo le quedan dos salidas, gastar menos o pedir préstamos al Banco para casi todo. Si gasta menos el empresario se ve obligado a subir los precios para compensar la disminución del consumo, lo que obliga a los consumidores a gastar más y pedir más dinero prestado. Si pide préstamos al Banco, éste en lugar de bajar los intereses de los mismos, los sube para ver si consigue más beneficios por el mismo dinero. En cualquier caso el que termina ganando la partida es el Banco que se ingresa cada vez más y más dinero. ¿Hacia dónde va el dinero que se embolsa el banco? Como ya hemos visto en la entrada anterior de este blog, ese dinero en un principio iba a pagar sueldos, deudas, impuestos y al bolsillo del empresario. Como el porcentaje que se destina a los sueldos es cada vez menor, aumentan los porcentajes de los otros tres:
  1. El dinero que prestan los Bancos no sale de la nada, se pide prestado a otros Bancos. Por tanto aumenta el nivel de deudas de los Bancos.
  2. Al haber menos consumo, el Estado se ingresa menos, por lo que tiene que subir los impuestos para poder embolsarse un dinero que necesita para pagar las deudas contraídas con los Bancos que también han aumentado.
  3. Como ya se ha visto en esta entrada del blog, el empresario de la banca cada año gana al menos el doble de lo que ganó el año pasado.

De esta forma podemos ver que el gran agujero negro de toda la economía parece estar en los Bancos.

Cuando comencé a escribir la entrada anterior no pretendía ni mucho menos demostrar que los Bancos son los que se están llevando el dinero (me ha sorprendido llegar a esta conclusión), pero a los hechos me remito. Parece que por muchas vueltas que se le dé a un billete de 100 €, siempre termina en el Banco...
 

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